La pitaya o pitahaya (Hylocereus undatus Britton & Rose), también conocida comúnmente como Fruto del dragón, pertenece a la familia de las cáctaceas y es originaria de América tropical, principalmente de América central y el Caribe.
Muchos agricultores están apostando por esta nueva producción debido a la alta rentabilidad y a la gran demanda actual.
La pitaya se adapta perfectamente a cualquier tipo de suelo, y tiene un crecimiento muy rápido, pues al segundo año ya está produciendo fruta.
Cómo cultivar pitaya: cuidados y riego de la planta
Según datos de la FAO el país que más frutas tropicales produce es India con 6 millones de toneladas. España se encuentra en el puesto 15 con una producción de 190.000 toneladas.
En apenas 100 metros lineales (no cuadrados) se pueden cultivar hasta 334 plantas de pitaya, con un rendimiento medio que varía entre 50 y 60 kilos de fruta por planta en temporada, cuyo precio al consumidor puede alcanzar los 20 euros el kilo.
La pitaya también llamada “El Fruto del Dragón”, es una baya que puede ser de diferentes colores llamativos, rico en vitaminas y antioxidantes, con un gran contenido en agua y de fibra vegetal, y sus semillas contienen ácidos grasos Omega 3.
Esta cáctacea, puede vivir sobre otra planta sin alimentase a expensas de ella, en su cultivo es necesario el uso de tutores para su correcto crecimiento.
Presenta altos requerimientos lumínicos, aunque no de forma directa, por lo que se cultiva bajo invernadero.
Otra de las peculiaridades de esta fruta dragón es que su período de floración dura una noche.
Se recomienda realizar la polinización a mano si se quiere obtener una alta producción y un mayor calibre de la fruta en esta clase de cultivos.
Tras varios estudios realizados, se ha observado que esta especie no presenta altos requerimientos hídricos, están en torno a 2.000 m3/ha y año, pero su producción se ve mejorada cuando se realizan aplicaciones de agua junto con nutrientes.
Desde RITEC, podemos aportar soluciones a medida para el cultivo de la pitaya.
Nutritec se encarga de proporcionarle la fertirrigación adecuada de manera automática.
Se puede programar el riego por tiempo o por volumen de agua.
Además el riego puede activarse según diversos parámetros como energía solar, horario, humedad, etc.
Si se realiza un buen manejo del cultivo, éste puede alcanzar una durabilidad entre 25 y 30 años.
REFERENCIAS
Becerra Ochoa, L.A. 1987. El cultivo de la Pitaya. Federación Nacional de Cafeteros de Colombia.
Coello Torres, A; Galán Saúco, V; Menéndez Hernández; C. 2013. Variedades de Pitaya Roja. Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA).
Díaz Robledo. J. 2004. Descubre los Frutales Tropicales. Norma editorial. Las Rozas (Madrid).
FAO. (2019) http://www.fao.org/faostat/en/#rankings/countries_by_commodity